domingo, 18 de enero de 2009

Si los tiburones fueran hombres...B.Brecht

Este texto que vas a leer B. BRECHT imagina una sociedad de tiburones hecha a imagen de la humana, con todos sus vicios, defectos y egoísmo presentes, proyectados desde nuestra propia realidad. ~


«- Si los tiburones fueran hombres -preguntó al señor K la hija pequeña de su patrona:-¿se portarían mejor con los pececitos?
-Claro que sí -respondió el señor K. Si los tiburones fueran hombres. Harían construir en el mar cajas enormes para los pececitos, con toda clase de alimentos en su interior, tanto plantas como materias animales. Se preocuparían en que las cajas tuvieran siempre agua fresca y adoptarían todo tipo de medidas sanitarias. Si, por ejemplo, un pececito se lastimase una aleta, en seguida se la vendarían de modo que el pececito no se les muriera prematuramente a los tiburones. Para que los pececitos no se pusieran tristes, habría, de cuando en cuando, grandes fiestas acuáticas, pues los pececitos alegres tienen mejor sabor que los tristes. También habría escuelas en el interior de las cajas. En esas escuelas se enseñaría a los pececitos a entrar en las fauces de los tiburones. Éstos necesitarían tener nociones de geografía para mejor localizar a los grandes tiburones, que andan por ahí holgazaneando. Lo principal sería, naturalmente, la formación moral de los pececitos. Se les enseñaría que no hay nada mas grande ni hermoso para un pececito que sacrificarse con alegría; también se les enseñaría a tener fe en los tiburones, ya creerles cuando les dijesen que ellos ya se ocupan de forjarles un hermoso porvenir. Se les daría a entender que este porvenir que se les auguraba sólo estaría asegurado si aprendían a obedecer. Los pececillos deberían guardarse bien de las bajas pasiones, así como de cualquier inclinación materialista, egoísta o marxista. Si algún pececillo mostrase semejantes tendencias, sus compañeros deberían comunicarlo inmediatamente a los tiburones.
Si los tiburones fueran hombres, se harían naturalmente a la guerra entre sí para conquistar cajas y pececillos ajenos. Además cada tiburón obligaría a sus propios pececillos a combatir en esas guerras. Cada tiburón enseñaría a sus pececillos que entre ellos y los pececillos de otros tiburones existe una enorme diferencia. Si bien todos los pececillos son mudos, lo cierto es que callan en idiomas muy distintos y por eso jamás logran entenderse. A cada pececillo que matase en una guerra a un par de pececillos enemigos, de. esos que callan en otro idioma, se les concedería una medalla de vareo y se le otorgaría además el título de héroe. Silos tiburones fueran hombres, tendrían también su arte. Habría hermosos cuadros en los que se representarían los dientes de los tiburones en colores maravillosos; y sus fauces puros jardines recreo en los que da gusto retozar. Los teatros del fondo del mar mostrarían a heroicos pececillos entrando entusiasmados en las fauces de los tiburones, y la música sería tan bella que, a sus sones, arrullados por los pensamientos más deliciosos' como en un ensueño, los pececillos se precipitarían en tropel, pececillos por la banda, dentro de esas fauces. Habría así mismo una religión, si los tiburones fueran hombres. Esa religión enseñaría que la verdadera vida comienza para los pececillos en el estómago de los tiburones. Además, si los tiburones fueran hombres, los pececillos dejarían de ser todos iguales como lo son ahora. Algunos ocuparían ciertos cargos, lo que los colocaría por encima de los demás.
A aquellos pececillos que fueran un poco más grandes se les permitiría incluso tragarse a los más pequeños. Los tiburones verían esta práctica con agrado, pues les proporcionaría mayores bocados. Los pececillos más gordos que serían los que ocupasen ciertos puestos, se encargarían de mantener el orden entre los demás pececillos, y se harían maestros y oficiales, ingenieros especializados en la construcción de cajas, etc. En una palabra: habría por fin en el mar una cultura si los tiburones fueran hombres.

BSRECHT, S. (1979): SI los tiburones fueran hombres-. En Historias del. almanaque. Madrid. Alianza Editorial.
Págs. 133 y ss. ~~

Encontrado en Old St. Paul's Church.

Camina plácidamente, en medio del ruido y de la prisa,
y recuerda cuánta paz puede haber en el silencio.
Tanto como sea posible- y sin claudicar- llévate bien con todos.
Di tu verdad tranquila y claramente, y escucha a los otros,
incluso al simple y al ignorante:
ellos también tienen su historia.
Evita a los exaltados y a los agresivos, pues son ofensa para el espíritu.
Si te comparas con otros, puedes envanecerte o amargarte,
ya que siempre habrá quien sea más y menos que tú.

Disfruta con tus logros y con tus proyectos.
Manténte interesado en tu trabajo, por humilde que sea:
es un bien "real" entre las cambiantes fortunas del tiempo.
Sé cauto en tus asuntos, porque el mundo está lleno de trampas,
pero ello no debe cegarte para ver la bondad que también hay:
mucha gente lucha por altos ideales
y, en cualquier parte la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo y, especialmente, no finjas afecto.
Ni seas cínico en el amor:
frente a toda aridez y desencanto, es perenne como la hierba.
Acepta con gracia el paso de los años
y cede con elegancia los atributos de la juventud.
Fortalece tu espíritu
para refugiarte en él cuando llegue la desgracia inesperada.
Pero no te angusties con imaginaciones:
muchos miedos nacen del cansancio y la soledad.
Sin dejar una sana disciplina,
sé amable contigo.
Tú eres un hijo del Universo,
no menos que los árboles y las estrellas:
¡tienes derecho a estar aquí! I
Y, lo creas o no, el Universo ensancha el horizonte cada día,
por tanto, ten paz con Dios,
.cualquiera que sea la idea que tengas de Él.
Y, cualesquiera sean tus aspiraciones
en la ruidosa confusión de la vida,
ten paz contigo mismo.

Con toda su hipocresía, esclavitudes,
y sueños rotos,
éste es todavía un mundo hermoso. .
Ten cuidado.
Lucha por ser feliz.
.
Encontrado en Old St. Paul's Church.
Fechado en 1.692.
Trad. al castellano.

MENSAJE DEL JEFE INDIO NOAN SEALTH, DE 1864

¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento. ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán ustedes comprarlos?.
Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.
Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y asimismo ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.
Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de querer comprar nuestras tierras, nos está pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. Él se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello, consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros.
El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino también representa la sangre de. nuestros antepasados. Si les vendemos tierras, deben recordar que es sagrada ya la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua esta voz del padre de mi madre.
Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestros tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también los son suyos y por lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata á un hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Él no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra de sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a la madre, la Tierra, ya su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto. No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizá sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada.
No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido sólo parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo,. ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque. así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos.
El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento - la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire nos es ínestimable. que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. y si les vendemos nuestras tierras ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas. Por ello, consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré una condición: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo cómo una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.
¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual. Porque lo que les suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos. Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.
Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo.
Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo, quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. El es el Dios de los hombres y Su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizás antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.
Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes. se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.
¿Dónde está el matorral? Destruido, ¿Dónde está el águila? Desapareció.
Termina la vida y empieza la supervivencia.


Señores y señoras usen protector solar.
Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.
Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud.
No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado.
Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad.
No estás tan gordo como imaginas.
No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle.
Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las 4 de la tarde de un martes cualquiera.
Todos los días haz algo a lo que temas. Canta.
No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos.
Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde.
La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.
Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo).
Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida.
Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían 22 años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los 40.
Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas sentirás la falta que te hacen cuando te fallen.
Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los 40, quizá no.
Quizá bailes el vals en tu 75 aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.
Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas.
No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás.
Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa.
Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.
Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén.
Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro.
Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño.
Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás.
Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas.
Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.
Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás.
Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores.
Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o, tal vez te cases con alguien rico pero, nunca sabrás cuánto durará.
No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas 40 años parecerá el de alguien de 85.
Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia.
Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene.
Pero hazme caso en lo del protector solar.

martes, 6 de enero de 2009

Come cosas






Aquí teneis mi regalo de reyes a mis hermanas: una pelota de tenis (no se si se ve bien) que te sujeta cosas.........

................Vete a tomar .... conciencia

"El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. EL realista ajusta las velas"